LA CULTURA DEL ESFUERZO EN ENTREDICHO

EDITORIAL

Esta izquierda que gobierna en estos momentos en España no deja de sorprendernos. Tan sólo podemos explicarnos algunas de las decisiones que el Consejo de Ministros adopta, si tenemos en cuenta la cuota de utópicos antisistema que forma parte del Gobierno.

Ahora le toca el turno a la eliminación de los exámenes de recuperación para que pasen al curso siguientes quienes no han sido capaces de superar los exámenes de las asignaturas correspondientes. En definitiva, se trata de eliminar la llamada cultura del esfuerzo entre nuestra juventud, igualando en lo malo a los estudiantes que no verán compensado su sacrificio, con las consiguientes repercusiones sobre el futuro, tanto de estos de estos jóvenes, como de la propia sociedad en general.

Con una tasa del 31, 3% de alumnos que han repetido curso antes de los 15 años, España se sitúa en segundo puesto de los países de nuestro entorno, sólo superados por Bélgica. Quizás el Gobierno tan sólo pretende enmascarar estas cifras tan negativas. Si así fuera, consideramos que es todo un error. O quizás pueda tratarse de perjudicar el ascenso social igualando a todos por lo bajo.

Hace unos años, el escritor Rafael Nadal se preguntaba el porque del abandono por parte de la izquierda de algo tan esencial como el esfuerzo, el sacrificio, el ahorro y el trabajo. El nuevo paradigma de una izquierda absolutamente desvalorizada parece encontrar acomodo en todo lo que no suponga ningún esfuerzo. Parece que quieren emular a aquella burguesía, con tintes parasitarios, que tanto combatieron hace muchos años. Todo lo encuentran razonable con tal de captar adeptos votantes.

Sin embargo, la cultura del esfuerzo sigue siendo esencial para una sociedad que pretenda ser más justa y libre. Si los jóvenes no aprecian el necesario sacrificio para obtener los proyectos de vida que se propongan, será muy difícil que entiendan los conceptos básicos de la convivencia en democracia.