Respuestas a la incertidumbre geopolítica

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Respuestas a la incertidumbre geopolítica

​​​El Aula Política Joven del Instituto CEU de Estudios de la Democracia ha acogido un conversatorio con Carlos Hugo Fernández-Roca, diplomado en Altos Estudios Internacionales y capitán del Ejército del Aire y del Espacio en excedencia. El experto en Geopolítica ha respondido a las preguntas del director del Aula y profesor de la universidad, Antonio Alonso, y de su secretario académico, José Hernández
El principal tema de conversación ha girado en torno a la cuestión de Oriente Próximo, el conflicto árabe-israelí y el reciente derrocamiento de Bashar Al Assad. A pesar de considerar “una muy buena noticia» el final del régimen de los Assad, que ha dominado con puño de hierro el país durante 50 años, ha señalado, además, el peligro de blanquear al nuevo líder sirio, al-Golani, terrorista por cuya captura el Departamento de Justicia de EE.UU. ofrece, aún hoy, una recompensa de 10 millones de dólares. Paradójicamente, ha apuntado el ponente, “este acuerdo no habría sido posible sin la bendición de EE.UU.»
Además, como el propio Carlos ha subrayado, la situación en esta región está directamente conectada con la guerra de Ucrania. “De hecho, si el régimen de Al Assad cayó tan rápido es porque los rusos han soltado lastre, no se han dejado distraer de su foco principal, que es el frente ucraniano. En pocas palabras, han preferido no debilitar lo que ellos consideran una lucha existencial por la supervivencia de Rusia», ha explicado.
Por último, Carlos ha hablado del papel que debería jugar, en su opinión, la UE. “Se abre, con la llegada de Trump, una ventana de oportunidades, una ocasión histórica para fortalecer el papel europeo en la OTAN, si los mismos estados europeos se toman en serio la defensa de nuestro continente y se deciden a invertir más dinero en Defensa, más allá del 2% establecido en Cardiff (2014) o del 3% sugerido por Trump», ha concluido.​

Jornadas sobre derechos lingüísticos en el Senado

La propuesta elaborada a partir de las I Jornadas sobre los derechos lingüísticos, organizadas por la organización Impulso Ciudadano de  conjunto con nuestro Instituto, el pasado 18 de octubre, ha sido presentada esta mañana en la Sala Clara Campoamor del Senado por el presidente de la entidad, José Domingo.

En el acto también han intervenido (aportando abundantes datos que avalan la propuesta) el vicepresidente segundo de la entidad, Rafael Arenas; y los vocales Jesús Rul y Ana Losada, esta última presidenta, a su vez, de la asociación Escuela de Todos. El acto ha sido presentado por el presidente de la Cámara Alta, Pedro Rollán.

Esta propuesta apela a la aprobación por las Cortes Generales “de un marco normativo básico que concrete un catálogo de derechos lingüísticos que garantice el derecho constitucional a usar libremente el castellano en todo el territorio nacional”, respetando “los derechos lingüísticos que reconozcan las normativas estatales o autonómicas a los hablantes de otras lenguas cooficiales o de otras modalidades lingüísticas”.

La propuesta subraya la importancia de garantizar “los principios de igualdad, mérito y capacidad para el ingreso en la función pública evitando la discriminación lingüística y la arbitrariedad de las administraciones”. También reclama “que el Instituto Nacional de Estadística elabore periódicamente censos lingüísticos que reflejen fehacientemente la lengua inicial y el conocimiento y uso de las lenguas por parte de las personas residentes en nuestro país”.

Finalmente, considerando el rol del Senado como Cámara territorial, sugiere “la creación de una Comisión Legislativa Permanente sobre los Derechos Lingüísticos que se encargue de analizar, valorar y proponer medidas relacionadas con el reconocimiento y defensa de los derechos lingüísticos en toda España”.

Visita a Bruselas. Aula Política Joven

Durante los días 4 y 5 de diciembre, 20 miembros de nuestra Aula Política Joven estuvieron desarrollando diversas actividades en Bruselas.

Iniciaron el recorrido con la visita al Museo de la Historia Europea donde estuvieron recorriendo las diferentes salas de exposiciones e intercambiando opiniones. Posteriormente, asistieron a la visita guiada al Parlamento Europeo. Allí pudieron conocer detalles de esta Cámara que integra a legisladores de los 27 países de la Unión. Profundizaron especialmente en la nueva composición política, sus particularidades legislativas, entre otros temas, recorriendo además el hemiciclo de sesiones. Después sostuvieron un encuentro con los eurodiputados del EPP, Adrián Vázquez y Borja Giménez

Una vez concluido este primer intercambio, participaron en el debate “46 años de Democracia: Una mirada a la Constitución Española desde Europa” con la profesora Teresa Freixes, jurista especialista en Derecho Constitucional español y europeo. Después de esta actividad tuvieron un intercambio con varios eurodiputados.

El día 5 de diciembre fueron recibidos por el embajador del Reino de España ante el Reino de Bélgica, D. Alberto Antón Cortés, en la sede diplomática ubicada en Bruselas. Durante cerca de 2 horas los estudiantes estuvieron intercambiando, además del Embajador, con 4 consejeros de la embajada, analizando las principales funciones que realizan allí y sosteniendo un ameno debate de opiniones sobre el servicio exterior español, y el papel de España en las instituciones europeas.

Finalizada esta actividad se organizó un encuentro con Dña. Patricia Santos, directora de la Oficina del CEU en Bruselas, en donde se habló de las principales actividades que allí desarrolla nuestra Universidad, así como los servicios que presta la oficina del CEU en Bélgica.

Con este viaje, los estudiantes pudieron conocer de primera mano, las particularidades del funcionamiento de las instituciones europeas de cara a la nueva legislatura, sus principales desafíos dentro y fuera de Europa, lo que contribuyó aumentar su formación y visualizar en la práctica, alguno de los debates sostenidos en el Aula Política.

Editorial: Superar nuestros instintos gregarios.

El objeto de estas líneas es recordar algunos rasgos de la psicología humana que, lejos de ayudarnos a discernir, facilitan el trabajo de quienes tratan de fijar en nuestra mente su relato fraudulento.

Nos realizamos humanamente por la capacidad de discernimiento. Por el duro trabajo de acercarnos a la verdad tratando de distinguir lo verdadero de lo falso; muy especialmente cuando, pongamos por caso, los gobiernos distorsionan u ocultan los hechos reales y sus causas. El discernimiento es un hábito en el que cooperan voluntad, memoria y razón. Estas tres “potencias del alma” sufren menoscabo cuando, desde posiciones de poder, se intenta degradar nuestra percepción de la realidad. Algo que sufrimos a diario y que es la antítesis de la democracia.

Los “gestores de la opinión pública” existen en todos los regímenes y, lamentablemente, no debe sorprendernos verlos en sistemas políticos que se pretenden defensores de las libertades de expresión e información de sus ciudadanos. Bien sabemos que no son pocas las cuestiones importantes que están ausentes de gran parte de los medios de información o que son sustituidas por auténticas patrañas al servicio de los centros de poder. Si pasamos por alto estas injerencias en nuestras vidas aceptamos estar sometidos a nuevas formas de despotismo.

Por ello es oportuno recordar dos experimentos que nos muestran la fragilidad de nuestras convicciones y lo manipulable que es nuestro comportamiento. El primer experimento, de Milgram, confirma nuestra predisposición instintiva a la obediencia que nos lleva a despreciar derechos intrínsecos a otros seres humanos cuando actuamos bajo órdenes o sugerencias inmorales de una autoridad. Su famoso experimento en Yale, iniciado en 1961 y publicado en 1973, muestra la facilidad con la que suministramos descargas eléctricas crecientes a un “paciente” siguiendo las indicaciones del “director del experimento” llegando a causar gritos de dolor a la víctima. La obediencia a la autoridad bloquea nuestros criterios de bien y mal siendo asombrosamente escaso el número de personas que tienen el valor de dejar de hacer lo ordenado.

El segundo experimento, el de Asch en los años 50 del pasado siglo, demuestra la facilidad con la que manifestamos nuestro acuerdo con la opinión del grupo sabiendo que es errónea. El 37% de las personas lo hacen espontáneamente sin presión ni incentivo alguno. Simplemente “por no discrepar”. No hace falta esforzarnos en imaginar qué sucedería si esta presión grupal tácita fuese coactiva como ya está sucediendo en muchos países occidentales donde, por ejemplo, existen sanciones legales por no usar los famosos “neo-pronombres” de género. Es fácil ver que, por coacción o por recompensa, la práctica totalidad de la población opta por el silencio temeroso reproduciendo toda la pureza ancestral del instinto de las manadas. Rebaños que rechazan violentamente al discrepante como, en 1916, nos hizo ver el neurólogo inglés Wilfred Trotter en su célebre obra “Instincts of the Herd in Peace and in War”. Ambos comportamientos instintivos, -seguidismo obediente y conformidad grupal-, son recurso frecuente para quienes se dedican a “construir la opinión”, quizás ignorantes del daño que nos causan cuando difunden lo falso y distorsionan y ocultan lo verdadero.

No necesitamos ir muy lejos para ver ejemplos cercanos de este grave problema. Entre los muchos disponibles podríamos destacar por su actualidad el desastre provocado por la última “gota fría” en una parte de la provincia de Valencia y causante de más de doscientos muertos y daños materiales que llevará muchos años remediar.

Salvo escasas y muy honrosas excepciones los medios de comunicación se han centrado en las responsabilidades de las autoridades regionales. Estas, en este caso, son las menos relevantes para evitar, prevenir y remediar unas inundaciones catastróficas que han provocado la alarma en muchos países de Europa sin que el gobierno de España viese necesario asumir desde su inicio la gestión de esta trágica crisis. La mayor de los últimos setenta y cinco años. En vez de afrontar responsabilidades con rapidez y generosidad vimos todo lo contrario: un calculado “que lo pidan” que nos vuelve a recordar que el verdadero liderazgo es, fundamentalmente, una virtud moral.

De este modo parece olvidado el Plan Hidrológico Nacional del año 2001 que prestaba atención especial a esta zona y que fue anulado por el presidente Rodríguez Zapatero en 2004 para satisfacer, a un coste astronómico, la mísera insolidaridad de algunos de sus apoyos políticos. Como también se ha olvidado –con poquísimas excepciones– la grave responsabilidad de normas europeas vetando el desbroce, dragado y limpieza de cauces así como dificultando, cuando no prohibiendo, la construcción de embalses que habrían evitado lo peor de este monumental desastre.

Por ello también es menester hablar de la insuficiente relevancia mediática que ha recibido la ministra Ribera responsable directa tanto de la gestión de la cuenca hidrográfica como de la construcción de un embalse imprescindible y planeado desde hace años pero eliminado de las ejecuciones presupuestarias sin olvidar las limpiezas y desbroces de torrenteras y cauces no realizadas a lo largo de nada menos que mil kilómetros de “rieras” levantinas consideradas de riesgo. Y qué decir de la demagógica y falsa retórica “climática” incluyendo la sustitución de “gota fría” por las iniciales de “depresión aislada en niveles altos” -la causa antediluviana de las “gotas frías”- recientemente instaurada para que, “lo de siempre”, parezca “cosa nueva”.

En esta cuestión de la libertad de información, su veracidad y el libre acceso a la misma estamos muy lastrados por los comportamientos de profesionales y medios que, siendo responsables de analizar e informar con seriedad, veracidad y sin ocultación, parecen reflejar fielmente los comportamientos que fueron expuestos por los experimentos de Milgram y de Asch. La Obediencia indebida y la Corrección política nos muestran que seguimos siendo cautivos de los poderosos instintos gregarios que conservamos.

Por ello es especialmente grande el mérito de quienes los superan y el agradecimiento que les debemos.

Gracián